Algunas mujeres tienen problemas para dormir durante el embarazo. Se cree que al menos el 50% de las mujeres embarazadas padecen insomnio.
¿Por qué cambia el sueño durante el embarazo?
Hay muchos motivos que pueden provocar insomnio durante el embarazo. A partir del primer trimestre, la fluctuación de los niveles hormonales provoca un malestar generalizado y otros problemas que pueden dificultar la conciliación del sueño y el mantenimiento del mismo.
A medida que pasa el tiempo, las futuras madres también pueden experimentar dolor de espalda y tener problemas para encontrar una posición cómoda para acomodar la creciente barriga del bebé, especialmente cuando el bebé empieza a dar patadas por la noche. En el tercer trimestre, muchas mujeres embarazadas experimentan sueños intranquilos que pueden dificultar aún más el sueño.
Los trastornos del sueño pueden estar relacionados con problemas posteriores para la madre o el bebé, por lo que es importante que hable con su médico si experimenta algún síntoma.
Trastornos y problemas comunes del sueño durante el embarazo
Los trastornos del sueño más comunes que suelen aparecer durante el embarazo son la apnea obstructiva del sueño, el síndrome de las piernas inquietas y el trastorno por reflujo gastroesofágico.
Apnea obstructiva del sueño: El aumento de peso y la congestión nasal hacen que muchas mujeres empiecen a roncar durante el embarazo, lo que puede ser un factor de riesgo de hipertensión arterial. Algunas mujeres pueden desarrollar apnea obstructiva del sueño (AOS), un trastorno del sueño caracterizado por ronquidos, jadeos y lapsos repetidos de respiración que alteran la calidad del sueño. La AOS puede impedir el flujo de oxígeno al feto y aumentar el riesgo de preeclampsia, diabetes gestacional y cesáreas. Se cree que afecta a 1 de cada 5 mujeres durante el embarazo.
Síndrome de las piernas inquietas: Las personas que padecen el síndrome de las piernas inquietas (SPI) sufren sensaciones que se describen mejor como un rastrillo, un cosquilleo o un picor que provocan una necesidad irreprimible de mover las piernas. Esta afección puede dificultar el sueño, ya que los síntomas son más graves cuando la persona está en reposo. Se cree que el SPI afecta hasta a un tercio de las mujeres en su tercer trimestre de embarazo.
Trastorno por reflujo gastroesofágico: También conocido como ardor de estómago o reflujo ácido, el trastorno por reflujo gastroesofágico (ERGE) provoca una incómoda sensación de ardor en el esófago, especialmente al acostarse. Es una causa común de insomnio en las mujeres embarazadas en todos los trimestres, y se cree que afecta a una cuarta parte de las mujeres embarazadas en el primer trimestre y hasta a la mitad en el tercero. La ERGE a largo plazo puede dañar el esófago.
¿Por qué es tan importante el sueño durante el embarazo?
Dormir bien durante el embarazo es importante tanto para la madre como para el bebé. Para la madre, esas noches sin dormir acaban provocando fatiga y somnolencia diurna. El sueño también desempeña un papel importante en la memoria, el aprendizaje, el apetito, el estado de ánimo y la toma de decisiones, todo ello importante a la hora de prepararse para dar la bienvenida a un bebé recién nacido a su hogar.
La privación crónica del sueño pasa factura al sistema inmunitario. Algunos investigadores creen que esto puede ser parte de la razón por la que la falta de sueño tiene un impacto tan significativo en la salud materna y fetal. Y como el sueño ayuda a regular el azúcar en sangre, no es de extrañar que dormir poco durante el embarazo parezca estar relacionado con la diabetes mellitus gestacional.
Las investigaciones demuestran que las mujeres embarazadas que duermen poco al principio del embarazo son propensas a desarrollar hipertensión arterial en el tercer trimestre. La privación grave de sueño al principio del embarazo también puede aumentar el riesgo de preeclampsia, una enfermedad que puede provocar un parto prematuro y complicaciones duraderas para el corazón, los riñones y otros órganos de la madre.
Aunque se necesitan más investigaciones para controlar otras variables, el sueño deficiente parece ser un factor de riesgo de parto prematuro, bajo peso al nacer, parto doloroso, parto por cesárea y depresión.
Tratamiento de los problemas de sueño durante el embarazo
Existen varias formas de reducir los problemas de sueño durante el embarazo. Entre las principales estrategias se encuentran los ajustes de la posición para dormir y los hábitos de higiene del sueño.
Dado que ciertas sustancias pueden suponer un riesgo para el feto en desarrollo, las mujeres embarazadas deben consultar siempre con su médico antes de tomar cualquier medicamento o remedio a base de hierbas para ayudar a conciliar el sueño.
Las mejores posturas para dormir durante el embarazo
Dormir sobre el lado izquierdo con las piernas ligeramente flexionadas se considera la mejor posición para dormir durante el embarazo. Esta posición facilita el flujo sanguíneo al corazón, los riñones y el útero, y mejora el suministro de oxígeno y nutrientes al feto. Aunque no es tan óptima como la del lado izquierdo, dormir sobre el lado derecho durante el embarazo también es aceptable.
Puede ser útil utilizar algunas almohadas adicionales para estar cómoda durmiendo de lado, especialmente si no estás acostumbrada a esta posición para dormir. Prueba a meter una almohada en forma de cuña para apoyar el vientre, o a añadir una almohada fina entre las rodillas para ayudar a aliviar la presión en la parte baja de la espalda. A algunas mujeres les resulta útil abrazar una almohada para el cuerpo o colocar una almohada debajo de la parte baja de la espalda.
A medida que el útero aumenta de tamaño, dormir boca arriba durante el embarazo puede provocar dolor de espalda y ejercer presión sobre la vena cava. La vena cava es una de las principales venas del cuerpo, por lo que puede interferir en el flujo sanguíneo y provocar mareos. Aunque dormir de espaldas está bien para periodos breves, es mejor evitarlo si es posible. La mayoría de las mujeres embarazadas consideran que dormir boca abajo es poco práctico cuando la barriga alcanza cierto tamaño.